HISTORIA DE LA CAPILLA

Iglesia de la Venerable Orden Tercera de San Francisco

La Venerable Orden Tercera es una capilla contigua al antiguo convento de San Francisco, donde el Emperador Carlos I celebró las Cortes de A Coruña en el año 1520 y cuyo único vestigio del convento en su ubicación original es la torre del campanario del siglo XVI (con elementos del XIII), patrimonio que ha sido restaurado recientemente.

Esta capilla ha sido sometida a sucesivas restauraciones en retablos mayor y menores, artesonado, cerchas y cubierta, imaginería de los siglos XVII y XVIII, camarín principal, desinsectación de documentación contenida en nuestros archivos desde el año 1672, etc., todo ello realizado en los cinco últimos años, con gran esfuerzo por parte de esta fraternidad de hermanos seglares por los altos costes de las mismas. El deterioro de la torre requería con una urgencia apremiante su total restauración (ya ha sido restaurada).

El sistema de financiación de la Orden Franciscana Seglar, no tiene dependencia económica de las instituciones, sino de la voluntad y el amor de sus fieles por la Institución, somos verdadero modelo de autofinanciación, pero para ello tenemos la capilla abierta más de ocho horas, lo que supone un gran sacrificio para todos los hermanos ya que cada uno tiene su trabajo y su familia, pero nos dedicamos con afán a la recuperación de un patrimonio que es de todos los coruñeses.

Iglesia Conventual de San Francisco: Iglesia Ojival de transición (S.XIII), antiguamente situada muy cerca de las murallas, fue trasladada al barrio de Sta. Margarita en los años 50. Esta iglesia y su antiguo Convento desaparecido fueron lugares de gran valor histórico para la ciudad, contando entre sus huéspedes con D. Alfonso XI de Castilla, D. Felipe el Hermoso y su esposa Dña. Juana «la Loca», el Emperador Carlos I (donde presidió Las Cortes 1520) y D. Felipe II.

Venerable Orden Tercera de San Francisco: Inmediata a este convento de San Francisco, fue construida su fábrica por el maestro de obras de Santiago, Simón Rodríguez, en el año 1743, siendo aparejador sobrestante de esta obra Francisco Regueira de La Coruña.